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Día Marítimo Mundial 2025: Nuestro Océano, Nuestra Obligación, Nuestra Oportunidad

  • Writer: Judy Espinal
    Judy Espinal
  • Sep 26
  • 3 min read

Cada 25 de septiembre, la Organización Marítima Internacional (OMI) nos invita a detenernos y reflexionar sobre el papel del mar en nuestras vidas.


Este año, el lema “Nuestro Océano, Nuestra Obligación, Nuestra Oportunidad” es mucho más que una frase. Es un recordatorio de que la navegación no se trata solo de mover mercancías. Se trata de responsabilidad, de protección y, sobre todo, de personas.


Momento marítimo de la República Dominicana

La República Dominicana vive hoy un punto de inflexión en su historia marítima.

La ampliación del puerto de Caucedo es más que un proyecto de infraestructura; es una declaración de intención.


Con la creciente inversión en zonas francas y en nuevas instalaciones logísticas, nuestro país se está consolidando como un centro de transbordo regional. Ya recibimos algunos de los buques más grandes que han atracado en nuestras costas.


Pero con el crecimiento viene también la responsabilidad. Nuestra ubicación en el corazón del Caribe es una ventaja natural, pero también una prueba.


La capacidad y la competitividad son solo una parte de la ecuación. Lo que definirá nuestro futuro será cómo logremos equilibrar ambición con ley, sostenibilidad y respeto por quienes hacen posible la navegación.


El derecho como ancla del progreso

El derecho marítimo suele ser invisible para la mayoría. Sin embargo, es el ancla que lo sostiene todo. Los convenios internacionales, ya sea sobre contaminación, seguridad o derechos laborales, no son simples instrumentos técnicos.


Son la base que garantiza un comercio justo, la protección del medio ambiente y la seguridad de las vidas humanas.


Para la República Dominicana, cumplir con estos estándares no es opcional. Es la clave de nuestra credibilidad. Sin certeza jurídica, los puertos pierden confianza, los inversionistas dudan y los socios comerciales buscan otros destinos. Con ella, en cambio, nos convertimos en un país marítimo confiable, moderno y respetado.


Nuestra responsabilidad compartida

Detrás de cada carga hay personas. Marinos que pasan meses en altamar. Estibadores que trabajan bajo el sol inclemente. Equipos legales, reguladores y autoridades portuarias que dedican largas jornadas para mantener el comercio en marcha.


Y también están las comunidades costeras, que sienten de cerca los impactos de esta industria.


El Día Marítimo Mundial nos recuerda que debemos mirar a esas personas, reconocer su esfuerzo y proteger su dignidad. La formación, la seguridad laboral y la representación legal no son temas secundarios: son pilares de un crecimiento sostenible. La industria marítima no es solo acero y agua; es, ante todo, humanidad.


El camino por recorrer

La oportunidad se encuentra frente a nosotros. El fenómeno del nearshoring acerca las cadenas de suministro. Nuestros puertos se expanden. La logística se moderniza. Esto puede significar prosperidad más allá de los muelles, con beneficios que alcancen a toda la economía.


Pero no podemos perseguir la oportunidad sin responsabilidad. El desarrollo debe respetar al medio ambiente. Nuestros puertos deben alinearse con el llamado de la OMI hacia la descarbonización y las prácticas sostenibles.


El derecho debe mantenerse firme, ofreciendo certeza y equidad a todos. Y nuestra gente, nuestro recurso más valioso, debe estar protegida, formada y valorada.


El Día Marítimo Mundial 2025 nos invita a ver el océano no solo como una ruta para los buques, sino como un bien común. Para la República Dominicana, esto es a la vez un privilegio y un deber.


Si nos mantenemos fieles al derecho, a la sostenibilidad y al lado humano de la navegación, no solo haremos crecer la industria; también fortaleceremos nuestra nación.


El océano es nuestra obligación. Y es, al mismo tiempo, nuestra mayor oportunidad.

 
 
 

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